En su comentario al Evangelio de este domingo 16 de febrero, Mons. Felipe Bacarreza Rodríguez, obispo emérito de Santa María y presidente del Consejo Directivo de Mutual Pax, reflexiona sobre el “Sermón de la Llanura” según San Lucas. Destaca el contraste entre las bienaventuranzas y las advertencias de Jesús, subrayando que la verdadera felicidad no se encuentra en la riqueza y el reconocimiento mundano, sino en la fidelidad al Evangelio.
El Evangelio de este domingo nos presenta el “Sermón de la Llanura” (Lc 6,12-13.17.20-26), donde Jesús proclama las bienaventuranzas y, a la vez, emite serias advertencias a quienes buscan únicamente el consuelo de este mundo. Mons. Felipe Bacarreza Rodríguez, en su comentario, enfatiza la enseñanza central de este pasaje: la promesa de una alegría plena y eterna para quienes, por amor a Cristo, enfrentan dificultades en la vida presente.
“Bienaventurados ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios” (Lc 6,20), dice Jesús, asegurando que quienes ahora sufren serán saciados y consolados en la eternidad. Pero, a la vez, el Señor advierte: “¡Ay de ustedes, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes!” (Lc 6,26), dejando en claro que la búsqueda del aplauso mundano puede alejar a las personas de la verdad y de la auténtica felicidad.
Mons. Bacarreza resalta que las bienaventuranzas son un llamado a ver la vida desde la perspectiva de Dios, no desde los criterios del mundo. Así como Jesús eligió a sus apóstoles tras una noche entera de oración, también nos invita a una vida de oración profunda que nos permita discernir el camino correcto.
En las próximas semanas, el Evangelio seguirá profundizando en este mensaje de Jesús. Para leer el comentario completo de Mons. Bacarreza, puede acceder al siguiente enlace:https://acortar.link/FeJMe7
