En este tercer domingo de Cuaresma, Jesús nos invita a un cambio profundo de vida. A partir de dos hechos trágicos, nos recuerda que todos somos pecadores y que la conversión no puede esperar. En su parábola de la higuera estéril, nos muestra la paciencia de Dios, pero también la necesidad de dar frutos.
En el Evangelio de este domingo (Lc 13,1-9), Jesús responde a quienes le preguntan por la trágica muerte de unos galileos en manos de Pilato. Lejos de explicar por qué murieron, aprovecha la ocasión para advertir que todos necesitamos convertirnos. Luego refuerza su enseñanza con la parábola de la higuera, donde el viñador intercede por ella pidiendo tiempo para que dé fruto.
Esta reflexión, escrita por + Felipe Bacarreza Rodríguez, Obispo emérito de Santa María de Los Ángeles y presidente del Consejo Directivo de Mutual Pax, nos ayuda a comprender el llamado de Jesús a pasar de la muerte a la vida. Lee el comentario completo aquí: https://mutualpax.cl/wp-content/uploads/2025/03/17-2025-Cuaresma-3C.-Lc-131-9.pdf